El modelo de educación en habilidades para la vida propuesto en 1993 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), persigue desarrollar en niñas, niños y adolescentes un repertorio de destrezas para mejorar su competencia personal y social a la hora de afrontar los retos del entorno.
Cuando hablamos de habilidades psicosociales nos referimos a una serie de destrezas que las personas podemos desarrollar y fortalecer en las relaciones y los comportamientos que tenemos en cuatro ámbitos: para nosotros mismas, con mi familia, con mis compañeros de estudio o trabajo y con el demás incluido el entorno.
Las 10 habilidades propuestas por la OMS son las siguientes:
- Autoconocimiento.
- Empatía.
- Comunicación asertiva.
- Relaciones interpersonales.
- Toma de decisiones.
- Solución de problemas y conflictos.
- Pensamiento creativo.
- Pensamiento crítico.
- Manejo de emociones y sentimientos.
- Manejo de tensiones y estrés.
SALME agrega a estas habilidades:
- Resiliencia.
Ninguna de las habilidades señaladas es en sí misma suficiente para garantizar la salud mental, sino que es en su desarrollo complementario en una persona lo que puede suponer una contribución notable a su competencia social y ciudadana.
¿Cuáles son las habilidades para la vida?
Se dividen en tres grandes grupos:
- Sociales: son las que permiten relacionarse con los demás y tener una conversación constructiva y agradable con la familia, los amigos, los compañeros de escuela, los conocidos.
- De pensamiento: ayudan a identificar diferentes soluciones ante un problema y decidir cuál es la mejor opción.
- Manejo de emociones: permiten controlar las emociones, ayudan a relajarse y calmarse ante un problema, de manera que se pueda pensar y resolver la situación sin estrés ni enojo.
Liga sugerida: http://www.edex.es/habilidades-para-la-vida-nuestra-apuesta-por-el-empoderamiento-personal-y-ciudadano/